gran tamaño


Me gustaba su vientre plano, negro, musculado, así como sus pectorales, sus nalgas, prietas y duras, aunque, quizás, un poco salientes. Pero sobre todo lo demás, me gustaba su "polla", grande, enorme aún en estado de reposo. La acaricié durante todo el tiempo que estuvimos tomando el refrigerio, me gustaba su tamaño, su tacto, me gustaba verla y recordar el placer que me había dado al penetrarme, recordar su sabor, su olor.
Volvimos a follar de nuevo, al terminar el refrigerio, aunque esta vez más pausadamente, más tranquilamente, más relajadamente. Me penetró tumbada en la cama con mis tobillos apretando sus nalgas contra mí.

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