el marido graba a sus amigos con su mujer

Abrió los labios de mi coño y metió la lengua lamiendo con placer, sentía como la lengua entraba y recorría mis ninfas, dándole un masaje, buscando el clítoris y rodeándola con ella, era fascinante, nunca me había hecho una comida así, que maravilla, las piernas empezaron a flaquear, así que me puse en el sofá disfrutando de la comida de coño que me hacía mi siervo, empecé a mojarme era muy rico, siguió con la lengua y los dedos entraron en juego, la lengua entraba y salía de mi vulva y los dedos jugaban con el clítoris, empezaron a entrar y salir también, alternaba los dedos y la lengua en una follada perfecta, me hizo poner como una perra caliente de placer, me sentía como hacía tiempo, con los dedos hacia un masaje en el clítoris que me volvía loca, empecé a mover las caderas en un ritmo que respondía a los envites de sus dedos, acompasados y rítmicos, pero acelerando el ritmo, ummmmmmm si qué maravilla, el corazón se me agitó parecía que saldría por la garganta, entonces me llegó, empecé a vibrar, el cuerpo me saltaba, no podía refrenar el orgasmo, me sentía flotar, desde el vientre salía una fuente de deseos de brincar, gritaba, gemía, no podía parar.




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