marido limpiador


El negro empezó a introducir suavemente su polla en el coño de mi mujer que no podía disimular el inmenso placer que la estaba proporcionando y que acercaba su cara a la mía para poder tapar de alguna manera la calentura que la embargaba, el tipo seguía subiendo y bajando con disimulo y mi mujer acomodaba su cuerpo para poder sentir en toda su dimensión y grosor esa delicia que la estaban metiendo.
Es inmensa cariño, me esta volviendo loca, menuda polla tiene este tipo, no se si sería capaz de poder meterme esta polla en la boca, me tiene totalmente llena.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Muy exquisito...