me masturbo para mi cornudo

 abriendo sus piernas al máximo dejó deslizar una de sus manos a aquel infierno de su coño. Al sólo roce con sus dedos sintió un enorme calor que recorrió su cabeza haciendo que babeara. Era una visión imponente, aquella vagina totalmente rasurada, de labios gruesos color rosa y un clítoris que parecía un pequeño pene. Hábilmente separó los gruesos (y no por ello delicados) labios vaginales empleando el dedo con que habitualmente destinamos para señalar y aquel que está antes del dedo menor; con el dedo del centro realizaba movimientos de arriba a bajo. Lentamente su dedo subía y bajaba por aquel clítoris hinchado y colorado, sus gemidos aumentaron al apretar frenéticamente uno de sus senos como queriendo exprimirlos y sacar leche, y efectivamente eso logró, pues por aquel inmenso pezón salió unas gotas de liquido lechoso que ella al instante empezó a lamer, de su vagina comenzó a brotar como si fuera un río, cantidades del más espeso jugo vaginal, su respiración se aceleró y sus gemido eran más fuertes a cada caricia. Carmen abrió las piernas como sólo sabe hacerlo la mejor de las putas, su pierna derecha se levantó y por debajo de ella metió el brazo para poder frotar el ojete del culo que ahora ya estaba lubricado con tanto flujo que brotaba de la encharcada vagina. Tal acto la colocó a mil, sus dedos entraron con furia y sintió como en el acto estaban chapoteando en su vagina, los cuatro dedos salían y entraban frenéticamente, no aguanto más y metió de un solo tacazo dos dedos en su culo, por dentro sentía cómo se rozaban ambas manos, se revolcaba con furia, mordía sus labios y saliva corría por sus mejillas. El orgasmo estaba recorriendo sus pezones, sentía cómo le ardían, su vagina se llenó de aire, sus dedos querían entrar más, las piernas se cerraron con fuerza, culo y vagina se contrajeron, sus ojos daban la impresión de estar trasportada al más lindo paraíso, sentía que su cabeza explotaría y moriría en ese instante. Durante un buen periodo no dejó esa posición, al final quedó totalmente relajada, arqueada en la cama y su boca entreabierta.
cada vez me excito mas, tengo que hacer un esfuerzo sobre humano para no introducir mis dedos en la rajita, las yemas de mis dedos siguen tocándose los alrededores de mi rajita que anda a punto de estallar, también toco la parte interior de mis muslos, me es difícil controlarme, empiezo a jugar con mis pelitos que están todos mojados y la cuca sigue paltipando, comienzo acariciar mi rajita la cual esta súper mojadita que rica sensación. Me llevo el dedo medio de mi mano izquierda a mi boca me imagino que este es un de esos ricos penes que minutos antes me habían excitado solamente viéndolos, y siento mas placer y sueltos varios gemidos, abro un poco más mis piernas. Poco a poco me fui quitado la ropa sexy que me había puesto
 

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